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  • José Antonio Ces

El de los NFTS

Actualizado: 4 feb 2022



Unos días después de entrar el nuevo año salió publicada una noticia que decía que la venta del Bored Ape Yatch Club (BAYC), una colección de 10.000 simios aburridos únicos creada por Yuga Labs, había superado los mil millones de dólares. Llama la atención la cantidad de dinero sea lo que sea que hay detrás de este curioso nombre. Pero mucho más cuando sabes que la mencionada colección es de una cosa que se llama “enefetés” o mejor dicho NFTS. Pero… ¿qué son los NFTS y qué es lo que hace que valgan tanto esos monos aburridos?

Hablemos de NFTS.


NFT es el acrónimo de Non-Fungible Token. Lo de los token lo hemos comentado ya por algún sitio cuando hablábamos de blockchain en una entrada previa de este blog. Pero eso de que sean “no fungibles” no es algo que todo el mundo tenga claro. Y es que no es ésta una palabra de amplio uso en nuestra lengua común. La definición de fungible, por hacerlo muy simple, es que tiene un repuesto. El dinero, por ejemplo, es fungible. Un euro puede ser sustituido por otro, porque su valor no está condicionado al elemento en sí. Consecuentemente, algo no fungible es algo que no puede ser sustituido. Algo único. Por ejemplo, el cuadro “Los Girasoles” de Van Gogh es un artículo no fungible. Básicamente, porque no hay otro igual.


El concepto NFT se enmarca en la necesidad de certificar de manera distribuida la propiedad de un activo. Los NFTS son una prueba visible de las muchas posibilidades que ofrece el blockchain. Y es que cuando alguien tiene algo único y quiere dejar claro delante de todo el mundo que ese algo es suyo sin necesidad de un organismo o entidad que lo certifique, ¿qué mejor sistema que una cadena de bloques? Los NFTS son aplicables a todo tipo de activos. Tanto físicos como digitales. Pero especialmente estos últimos, porque al estar ya en un entorno digital, son más accesibles desde un entorno también digital como es blockchain. Si recordáis, esta tecnología nos permitía generar un libro de registro de determinadas transacciones que, a continuación, era encriptado y encajado en una cadena de bloques. Si tengo en propiedad una casa, ¿por qué no sustituir el registro del catastro por una cadena de bloques que da fe de manera distribuida y universal de mi propiedad? O un título. O un barco. O un cuadro.


Me paro aquí.


NFTS en el arte


La explosión de los NFTS que se produjo el año pasado viene emparejada con una revolución en todo lo que tiene que ver con el arte. Especialmente cuando este arte puede ser generado de manera digital. Hace unas semanas se publicó un artículo en El País sobre una chica catalana que había ganado una pasta haciendo cuadros digitales y vendiéndolos a través de una sala de arte también digital. La chica en cuestión se llama Anna Carreras y en un momento inicial de todo este revuelo expuso algunas de sus creaciones en dos de las principales nuevas “galerías de internet”, Feral File y Art Blocks. Allí descubrió que una sola de sus obras podía venderse por más de 1.500 euros. Primera sorpresa que se llevó. Y eso la animó a seguir explorando opciones. Poco después, de su proyecto más numeroso, titulado Trossets y generado a partir de un algoritmo programado por ella que genera cuadros diferentes variando ciertos parámetros de entrada, vendió 1.000 cuadros en 45 minutos. Ganó más de 10 millones de dólares. Sorpresa mayúscula y un nuevo amigo: Hacienda.


Que el arte es caprichoso no es nuevo. En el Thyssen-Bornemisza hay un cuadro que siempre me ha llamado la atención. Es de Mark Rothko. Un lienzo casi cuadrado de unos dos metros y medio de lado, que se conoce como “Verde sobre Morado”. No tengo información sobre el valor de este cuadro, pero lo supongo alto. Más, sabiendo que otro cuadro similar en técnica y tamaño del mismo autor (“Naranja, Rojo, Amarillo”) se subastó en 2012 por la casa Christie’s alcanzando el valor de 66,8 millones de euros. Valga como ejemplo de que esto de entender de arte es, cuanto menos, complejo por no decir caótico. El mismo Van Gogh al que hacía referencia antes, no vendió prácticamente ningún cuadro en vida. Sin embargo, su cuadro “Le Docteur Paul Gachet” se vendió en 1990 por 82,4 millones de dólares. ¿Hablamos de Andy Warhol y sus latas de sopa? En fin. Que levante la mano quien lo entienda.


Volvamos a lo humano. Así que… ¿esto de los NFTS qué es entonces?


Los NFTS son una especie de contratos asociados a un bien (por ejemplo, un cuadro) que certifican su propiedad. Los compradores no buscan el activo en sí mismo, sino la prueba de propiedad de ese activo. Los tokens son fácilmente verificables y siempre se pueden rastrear hasta el creador original. Los propietarios de los NFTS, en definitiva, lo que poseen realmente son activos individuales únicos.


NFTS más allá del arte


Reflexionemos juntos sobre algunas cosas que son o podrían ser NFTS más allá del arte.

Hablaba en mi post sobre blockchain de los fan token en los clubes de fútbol. Una especie de criptomoneda asociada a los clubes que proporciona a sus poseedores ciertos privilegios. Es una aplicación interesante de esta tecnología en el mundo del fútbol. Pero hay una que podría ser mucho más onerosa y que ya está dando los primeros pasos. Se origina en la NBA y hoy está aterrizando ya en el deporte rey en España. Sorare es un juego de fútbol global en el que los participantes poseen un número limitado de cartas de jugadores de más de doscientos clubes. En función de los resultados de estos jugadores en los distintos campeonatos en los que participan, los participantes en este juego ganan puntos y, consecuentemente, premios. La pertenencia de estos “cromos” a un determinado usuario la verifica blockchain, y más concretamente el hecho de que para cada uno de ellos se crea un NFT. Y así se controla todo el marco de propiedad de los mismos. Sin necesidad de que exista un organismo centralizador. Los participantes pueden cambiar y vender sus tarjetas, quedando todo guardado en la cadena de bloques que soporta todo este mecanismo. LaLiga tiene a Sorare como partner de este incipiente negocio.


Sigamos con el deporte, pero derivemos hacia la ropa. Nike compró el pasado 14 de diciembre la empresa RTFKT Studios, una empresa dedicada al desarrollo de coleccionables y activos digitales de tokens no fungibles. En una colaboración con la artista FEWOCiOUS logró vender unos 600 pares de zapatillas en el metaverso (¿sabes lo que es o necesitas leer esta entrada?) en algo más de cinco minutos logrando unos ingresos de 3,1 millones de euros. Sólo dos días después de anunciar esta compra, Adidas (su principal competidor) lanzó una línea llamada “Into the Metaverse”. ¿Por qué será? Y es que el sector de la moda, y no necesariamente deportiva, ha sido de los primeros en entrar en este mundo. El pasado mes de diciembre Zara anunció una alianza con la firma surcoreana Ader Error para lanzar una colección de ropa que, por primera vez, se venderá en tiendas físicas, online y en un universo digital. Pero Gucci, pionero en todo este panorama, lanzaba a principios del año pasado su propio NFT: unas zapatillas virtuales que se podían "usar" como si fueran un filtro de Instagram utilizando realidad aumentada. Y así podríamos seguir hasta tener casi la lista completa de marcas de ropa, que van buscando la diferenciación adentrándose en este mundo digital.


Más. La música puede dar lugar también a NFTS. Este sector, que desde mucho tiempo atrás viene sufriendo una descentralización superando monopolios como los de los sellos discográficos o las emisoras de radio, enfoca una nueva etapa en este proceso de la mano de los NFTS. Artistas como Kings of Lion (muy recomendable su “Supersoaker” si no la has oído) han acudido ya a esta tecnología para promocionar sus lanzamientos. En marzo del año pasado, con motivo de la presentación de su nuevo disco “When You See Yourself”, lanzó una colección de tokens digitales titulada “NFT Yourself” que fue subastada en Opensea.io y alcanzó los dos millones de dólares. The Weeknd, artista al que conocerás por su éxito de este verano “Save Your Tears” y algún otro, también vendió poco después una colección de NFTS. La colección de edición limitada se compuso de ocho piezas audiovisuales (fotos, dibujos y un vídeo titulado "The Source" con una canción inédita) y un modelo tridimensional fluctuante de su cabeza, que se vendió por poco menos de medio millón de dólares. El total de la colección alcanzó los dos millones de dólares. Dos ejemplos como muestra de lo que se nos viene encima.


Como ves, cualquier activo es susceptible de caer dentro del control de los NFTS… ¿estás pensando lo mismo que yo? ¿Los juegos? Parece un sitio lógico. Por ejemplo, para dar trazabilidad a los elementos del juego, tales como las skins. Mi hijo se gasta dinero (en realidad me lo gasto yo, pero esto es otra historia) en comprar skins dentro de Fortnite. ¿Podrían ser susceptibles de estar soportadas con blockchain dando lugar a NFTS? Pues claro que sí. Sin embargo, su fundador Tim Sweeney no tiene prisa pues entiende que todo esto está ahora mismo bastante enredado, lleno de estafadores y especuladores. Pero no dudo que tarde o temprano, este mundo que concentra hoy más de 350 millones de usuarios en todo el mundo, acabe adoptando los NFTS como parte de su universo. Otras plataformas de juego como Roblox ya está dando pasos en ese sentido.


Especulación y oportunidad


Yo creo que ya lo tienes. No veo muy necesario seguir poniendo ejemplos.


Tecnológicamente, su fundamento es blockchain. Desde la perspectiva humana, la cosa tiene una doble cara. Por el lado bueno, el concepto proporciona un control descentralizado de la propiedad que rompe moldes de las viejas estructuras monopolísticas y oligopolistas. Por el lado malo está la especulación que provocará, sin duda, situaciones curiosas. En mi honesta opinión, la de los monos aburridos se lleva la palma. Hay que decir que son ya piezas de coleccionista. Como muestra, el pasado 3 de enero salía en la prensa que el músico Eminem había adquirido el NFT de Bored Ape #9055 por 123,45 ether. Al cambio son algo más de 450.000 dólares. Búscalo en Internet y alucina pepinillos. Hay ya nuevas variantes, como los monos mutantes. También aburridos, ojo. Pero nada nos dice que no puedan surgir nuevas curiosidades entre muchas tomaduras de pelo. En Opensea.io no dejarás de sorprenderte con los activos que se ofertan y, sobre todo, con los precios que se despachan. Si estás aburrido te invito a darte un paseo. Nosotros mismos hemos publicado una colección titulada “Nive Over Nive Matrix Art” que tenía muchas ganas de enfocar desde que era chico. Lo mismo suena la flauta ;)


En definitiva, los NFTS son una moda que sufre ahora mismo una fiebre especulativa que irá desapareciendo. Detrás quedará la misma esencia que tienen las criptomonedas, esto es, un mecanismo de garantía de la propiedad distribuido. Un mecanismo con muchas aplicaciones. Quedémonos con esta última parte y dejemos que la razón vaya poniendo en su sitio a los especuladores. Eso sí. Después de que nosotros vendamos nuestra colección.


O no.


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